Tiré du livre "El exilio español de Julio Martin
Casas et Pedro Carvajal Urquijo
CAPITULO VI
El exilio político
La emigración hacia América se hizo gracias al Servicio de Emigracion
de los Republicanos Españoles, el SERE, controlado desde Paris por Juan
Negrín.
Tras la caída de Cataluña, Negrín, aunque trató
de resistir a ultranza, seguro de que se declararía la guerra mundial,
organizó una estrategia para hacerse con los recursos económicos,
todavía en manos de la República, que pudiesen financiar a las
instituciones y personas en el exilio. El gobierno adquirió el yate Giralda,
que habla pertenecido a Alfonso XIII, y lo volvió a bautizar con el nombre
de Vita. Se compraron en Paris ciento veinte maletas donde se acoplaron ciento
diez bultos. El valor del cargamento sigue siendo un misterio, casi imposible
de cuantificar por lo variopinto del tesoro: oro y plata en barras y monedas,
obras de arte, alhajas y ornamentos religiosos, y los depósitos en Montes
de Piedad, Banco de España y Organismos Oficiales.
Con la complicidad de algunas autoridades portuarias francesas y
con gran secreto, el yate Vita zarpó desde Francia, sobre el 10 de marzo
de 1939, rumbo a México. Con vientos a favor llegó a Veracruz
varios días antes de lo previsto, sin que acudieran a hacerse cargo del
tesoro los comisionados por Negrín, el doctor José Puche y Joaquín
Lozano, funcionario de Hacienda, que estaban retenidos en Nueva York por haber
enfermado de disentería. El gobierno mexicano, alarmado ante los muchos
rumores de la opinión pública, derivó el Vita al puerto
de Tampico, desde donde se trasladó el cargamento en tren hasta la ciudad
de México con grandes medidas de seguridad.
Mientras, la guerra civil habia terminado. Indalecio Prieto, que se encontraba
en México, después de haber asistido como embajador plenipotenciario
de la República a la toma de posesión del nuevo presidente de
Chile, Aguirre Cerdá, decidió hacerse con los fondos del Vita
y ponerlos a disposición de la Diputación Permanente de las Cortes,
que el 27 de julio de 1939 había acordado en Paris la disolución
del gobierno de la República y, por lo tanto, la «inexistencia
del gobierno Negrín», y se constituyó un nuevo organismo:
la Junta de Ayuda a los Refugiados Españoles, la JARE. El exilio republicano
quedó dramáticamente dividido.
Prieto vendió por cuarenta mil dólares el Vita a EE. UU., que
lo utilizó durante la segunda guerra mundial para la vigilancia costera.
Ángel Zúñiga cuenta en su libro Mi futuro es ayer
una sabrosa anécdota que le sucedió a Prieto en México
cuando fue a saludar a la bailarina española Encarnación López
la Argentinita, que estaba de gira por América. La artista,
al verle, se acordó de inmediato del Vita y le dijo:
«No sabe cuánto le agradezco su visita. Y aprovecho la
ocasión para ver si me podría devolver las joyas que tenía
en las cajas del Montepío.» Prieto le contesto con mucha sorna:
«Mire usted, Encarna, éstas las debe de tener Negrín. Yo
so1o me llevé las de los bancos.»
SANTIAGO CARRILLO. Ex secretario general del PCE.
La guerra de España termina de la peor manera posible para los
republicanos, porque representa una división y un enfrentamiento de las
fuerzas que han estado luchando juntas contra el franquismo, y esa division
deja huellas profundas en la emigración. Están por un lado los
comunistas y los partidarios de Negrín, por otro lado los anarquistas,
por otro los socialistas que coinciden con Prieto. La emigración se encuentra
en un estado de división y enfrentamiento que se traduce incluso a la
hora de la solidaridad, el JERE y la JARE, dos organismos que tenían
la finalidad de ayudar a la emigración, pero uno ayuda más a los
unos y otro ayuda más a los otros. De hecho, esa división ha perdurado
muchísimos años porque los enfrentamientos de la guerra fría
consiguen prolongarla……..
Note de l'auteur: Il se peut que Prieto aida
un peu les emigrés, mais en France, personne ne toucha un seul centime.
Suite information sur le "trésor de guerre"
Negrín
El mismo día en que se firmaba et Armisticio, Juan Negrín había
logrado salir de Francia por Burdeos en un pequeño barco griego, bajo
las bombas alemanas, que lo llevó a Inglaterra. El
insigne traumatólogo Josep Trueta, que también se encontraba allí
cuenta:
Negrín desembarcó en Southampton con un bagaje personal que dejó
boquiabiertos a los aduaneros británicos. Del contenido de aquellas maletas
nació la Sociedad Luis Vives, teóricamente destinada a promover
la educación de los jóvenes exiliados españoles residentes
en Inglaterra.
Juan Negrín disponía de cuantiosos fondos económicos que
habían sido depositados en el extranjero para financiar a través
del SERE el traslado y subsistencia de muchos que se fueron a América,
para mantener en Londres las instituciones republicanas y para las becas «Juan
Luis Vives» en muchos estudios medio profesionales y superiores de jóvenes
exiliados, que lograron financiar entre trescientos y cuatrocientos becarios.
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